El incendio ocurrido en Hermosillo, donde 23 personas perdieron la vida, no es un hecho aislado. Registros periodísticos y de cuerpos de emergencia documentan al menos 10 siniestros en tiendas Waldo’s desde 2007, varios de ellos atribuidos a fallas eléctricas y falta de medidas de seguridad.

Entre 2007 y 2025 se han documentado al menos 10 incendios en tiendas Waldo’s en distintas ciudades del país, con un saldo de 24 personas fallecidas —incluida una bombero en 2009 y las 23 víctimas del reciente siniestro en Hermosillo— además de múltiples lesionados y establecimientos destruidos. En varios de estos casos, autoridades y cuerpos de emergencia han señalado patrones recurrentes como fallas eléctricas, bodegas sin ventilación, ausencia de rutas de emergencia y personal sin capacitación, condiciones que han alimentado un riesgo constante y creciente para trabajadores y clientes.

Los casos más recientes, el 25 septiembre de 2022 en Matamoros, Tamaulipas una sucursal quedó consumida por el fuego, afortunadamente sin lesionados; el 28 marzo de 2023 en Saltillo, Coahuila, un incendio más fue controlado; sin víctimas. El pasado 07 julio de este 2025 en Escuinapa, Sin, el fuego en un establecimiento fue combatido por 6 horas; pérdida total.

Mientras tanto, Waldo’s continuaba con sus planes de expansión. En 2023, Ernesto Llano, vicepresidente comercial y de marketing, anunció una inversión de 2 mil millones de pesos para llegar a mil tiendas en 24 meses, desde las 800 actuales, con presencia en los 32 estados y diversificación hacia comercio electrónico, motocicletas, bicicletas eléctricas y la línea Waldo’s Moda. 

Tras tragedia de Hermosillo, la empresa emitió un comunicado haciéndose responsable de los costos sociales, civiles y económicos, situación que obliga a revisar con rigor la operación de estos establecimientos para evitar que se repita la historia.

Por: Cristina Gómez Lima

Entre lágrimas y aplausos, familiares, amigos y compañeros de trabajo despidieron a Zelma Adilene Quintero Rojas, la enfermera originaria de Empalme que perdió la vida junto a sus dos hijos, Danna Alejandra y Rafael Alejandro, en el incendio ocurrido el pasado 1 de noviembre en la tienda Waldo’s del Centro de Hermosillo.

Durante el homenaje póstumo realizado en el Hospital San José, donde Zelma Adilene laboraba desde hace varios años, el dolor fue evidente entre el personal médico que la recordó como una mujer entregada a su vocación y siempre dispuesta a ayudar a los demás.

Su padre, Luis Fernando Quintero, expresó entre sollozos su deseo de que se esclarezcan los hechos y se castigue a los responsables.

“Justicia, justicia, que se pongan en el lugar de uno, que sean empáticos con uno, que hagan justicia», expresó Luis Fernando Quintero.

Recordó que su hija tenía alrededor de 16 años viviendo en Hermosillo, a donde llegó después de estudiar enfermería en el Conalep de Empalme.

Zelma Adilene, de 34 años, y sus pequeños hijos, de 8 años y 1 año 10 meses, se encontraban dentro de la tienda al momento de la explosión que provocó el incendio. 

Sus compañeros del hospital, con flores blancas y globos que lanzaron al aire, la despidieron con aplausos, recordándola como una profesional comprometida y una madre amorosa.

Con información de Martha Agramón

A casi 24 horas del devastador incendio en una tienda Waldos en el centro de Hermosillo, la calle Doctor Noriega, entre Matamoros y Juárez, se ha transformado en un lugar de luto e investigación. La tragedia, que cobró la vida de 23 personas y dejó a otras 12 heridas, mantiene el sitio acordonado y bajo un operativo de distintos elementos que resguardan y circulan la zona.

La fachada de la tienda Waldos se observa calcinada en medio de un paisaje desolador, un mudo testimonio de la tragedia. A pesar del tiempo transcurrido, las labores de periciales continúan activas en el interior del inmueble, trabajando para determinar las causas del siniestro.

En las inmediaciones, el despliegue de autoridades es notorio. Personal de Protección Civil, Bomberos, Agentes Ministeriales y Policías estatales y municipales circulan incesantemente, observados por ciudadanos curiosos que se detienen para capturar imágenes y videos, intentando asimilar la magnitud de lo ocurrido.

Casi frente a los escombros, ciudadanos y curiosos han colocado una ofrenda espontánea para honrar a las víctimas. Veladoras encendidas, ramos de flores frescas, imágenes religiosas y algo de comida se acumulan en el sitio, en una sentida expresión de solidaridad que fusiona la tradición mexicana con el dolor reciente, coincidentemente con el Día de Muertos.

Con información e imágenes de Manuel Millanes