Hermosillo, Sonora, junio 8 de 2021. A Ramón Ángel Muñoz Leyva sus riñones solo le trabajaban un 5%, lo que lo llevaba a someterse a hemodiálisis casi todos los días y pensar en que se iba a morir antes de ser acreedor a un trasplante, sin embargo, en el Hospital General del Estado fue trasplantado de riñón el 15 de enero de 2016.
Como una oportunidad de vida describió ser trasplantado, ya que su madre padeció al igual que él daño en los riñones, a raíz de esto, ella sufrió embolia y derrame cerebral, lo que le ocasionó la muerte.
‘’Mi cuerpo ya no daba para más, me diagnosticaron y el mundo se me vino encima. No lo quería aceptar y como mi madre murió de eso, en automático dije: me voy a poner como mi mamá. Fue algo muy fuerte para mí y toda mi familia’’, compartió.
Muñoz Leyva, narró que pensar ser trasplantado era algo muy lejano o de alto costo, nunca imaginó que al registrarse en la lista de espera, a los 15 días, fue beneficiado.
‘’Cuando me dijeron que podía hacer un protocolo para un trasplante pues inmediatamente dije que sí, lo platiqué con mi esposa, con mis hijos, todos totalmente de acuerdo. Comenzamos nuestro protocolo y gracias a Dios salimos bien’’, apuntó.
Gracias a su trasplante, agregó, su vida volvió a la normalidad en cuestiones de salud, siempre realizando los cuidados y recomendaciones y continuando con su seguimiento médico.
‘’Yo a todos los que me preguntan que si cambió algo, les digo que sí cambié algunas cosas, por ejemplo, no puedo levantar cosas pesadas, pero prácticamente mi vida es normal, hago lo que sea, no tengo que estar sujeto a la máquina, ya vivo por mí, antes vivía por una máquina, no dependo de nadie’’, subrayó.
Envió un agradecimiento a todo el personal del Hospital General del Estado, desde médicos, personal de enfermería, trabajadores sociales, guardias de seguridad, quienes, dijo, le brindan la mejor atención cada vez que acude a la unidad.
