Por Raúl Rodríguez
Hermosillo, Sonora, mayo 12 de 2020.- En noviembre de 1854, Florence Nightingale sacudió los preceptos de atención sanitaria que imperaban en la época y sentó las bases de la enfermería moderna, profesión tan reivindicada en los tiempos actuales de pandemia.
Florence, al frente de un grupo de 38 mujeres, emprendió una auténtica revolución durante la Guerra de Crimea, que enfrentó a la Rusia zarista con Reino Unido y Francia. Pero su batalla no fue en el frente, como una acción bélica, sino en los hospitales de campaña donde los soldados heridos agonizaban.
La enfermera se dedicó a mejorar el ambiente de aquellos improvisados centros sanitarios, plagados de suciedad y con multitud de enfermedades, en los que se atendía a las víctimas de la guerra.
Nightingale dirigió una limpieza a fondo de las salas de atención, dispuso mejoras a la alimentación de los heridos, creó una lavandería para mudar a menudo la ropa de cama y acabó con las camas compartidas, separándolas también con cortinas.
Unas medidas de higiene que hoy parecen básicas, pero que a mediados del siglo XIX fueron un auténtico terremoto práctico. La prensa británica en aquel entonces la encumbró como heroína, como "ángel cuidador" al dar cuenta de su entonces revolucionario método.
Así nació la enfermería moderna y de ahí surgió también el Día Internacional de la enfermera este 12 de mayo, fecha en que nació en Florencia Italia, de aquel año de 1820, cumpliéndose hoy 200 años de su natalicio.
