Los sismos ocurridos en Sonora no se relacionan con la Falla de San Andreas: Alejandra Gómez

Hermosillo, Sonora. 03 agosto 2021.  Ante la importante presencia sísmica que se ha registrado en las inmediaciones del estado de Sonora, es preciso mencionar que ésta corresponde a sucesos que para nada son novedosos, ya que el noroeste de México se encuentra en una zona tectónicamente activa, donde a diario ocurren sismos, siendo poco frecuentes los de magnitud considerable, afirmó Alejandra Marisela Gómez Valencia.

La académica adscrita al Departamento de Ingeniería Civil y Minas de la Universidad de Sonora destacó que Sonora se encuentra en la placa tectónica Norteamericana, la que, hacia el oeste, en el Golfo de California, limita con la llamada del Pacífico (Baja California y Baja California Sur pertenecen a esta placa), y que en ese límite tectónico de contacto entre las dos placas se forma el sistema de fallas transformantes del Golfo de California, las cuales generan cuencas marinas que inclusive se tiene evidencia de que en ellas hay actividad volcánica.

Es este sistema de fallas, indicó, el que provoca que las Baja California se alejen de Sonora entre 5 y 8 centímetros al año. “Por consecuencia, ante tal desplazamiento de placas y la actividad magmática, es normal que en esta región existan temblores como los sismos de 5.4 y 4.3 de magnitud registrados el pasado 31 de julio al oeste de Guaymas, en el Golfo”, añadió.

Por otro lado, la docente informó que posterior al último sismo de magnitud 5.2 ocurrido también el día 31 de julio en el sector serrano del noreste de Sonora, al día de hoy se sigue teniendo abundante registro de actividad sísmica, y esto se debe a que se está presentando evidencia de movimientos sísmicos de fallas activas, como la Pitáycachi, Teras y Otates, donde el movimiento de la primer falla mencionada
ocasionó, en el año de 1887, un sismo de magnitud estimada en 7.4, que trajo consigo importantes afectaciones materiales y humanas de las comunidades próximas a la falla.